La redistribución de este piso de 130 m² responde a las nuevas necesidades de una familia, permitiéndonos transformar parte de la vivienda para crear espacios que inspiran paz y amplitud.
Originalmente, la vivienda contaba con zonas muy luminosas y otras más oscuras, por lo que se buscó abrir la luz hacia todos los espacios, relegando las áreas menos iluminadas a estancias que no requieren tanta luz, como los baños.
La selección de materiales ha sido clave en esta remodelación: materiales naturales y colores claros potencian la iluminación natural, mientras que los ajustes en la distribución favorecen un ambiente más fluido y abierto. Este enfoque nos permite dotar a cada espacio de una atmósfera tranquila y acogedora.